Abrir y cerrar los parpados, una y otra vez, pestañea. Hincha la tripa de aire, abre la boca, bosteza. Levantandose de la cama, retira la sabana hacia atrás, se sienta en la cama y mira por la ventana, sonríe, "Parece que hoy va ha hacer buen día".

Se lava la cara, "Demasiado fría",  gira el grifo y se seca la cara. Intenta no hacerlo, pero se mira en el espejo, ahí está.

Una y otra vez la misma pregunta, ¿dónde estará la niña que antes se reflejaba allí? Esa niña inocente que jugaba con muñecas y que su mejor amiga era un osito de peluche.

La niña que el día que jugaba al escondite se convertia en el más feliz de su vida. La que lloraba porque se le había acercado un perro o porque se habia dado un pequeño golpe.

La echo de menos. Aveces pienso que porqué tardara tanto en regresar y lo que pasa es que esa pequeña nunca más va a volver, que hace aproximadamente un año se marchó encerrandose en una casa de muñecas.

Que ya nada va a volver a ser como antes, porque ahora ni las cosas van mejor ni van peor, pero, ¿sabes que? Que ya me da igual, a estas alturas, cumpliré uno de mis sueños, ser feliz.

Un sentimiento que me recorre por dentro, y arde, arde más que nunca.

No sabe si gritar de alegría o de dolor, cuando más le ama más le duele, cuanto más le ama más sonríe.

Siento que eres mi puta mitad, que te quiero como a nadie, ya no sé diferenciar entre real y virtual, ya no se diferenciar entre capricho y amor, ya no se que diferencias hay entre tú y yo.

Unos 325 kilometros nos separaban y ahora más de 1000, nos separa un mar entero, un mundo, pero, ¿sabes qué? El mundo se me ha parado, el mar se ha vaciado, el cielo se ha vuelto de color púrpura y todo esto cuando me susurraste "te quiero".

Cuando tu mayor preocupación es algo que a otra persona le parece una estupidez, cuando tu mayor problema es si estás gorda o no, lo que digan de ti o no, si te quiere de verdad o no.

¿Acaso no recuerdas cuando eras pequeño? Sisi, cuando eras pequeño y tu mayor preocupación era que te pillaran jugando al escondite, o que el de plastica no aceptara tu dibujo debido a excesa imaginación.

Y ahora te preocupas por idioteces, auténticas idioteces.

¿No has visto la cantidad de cosas buenas que tienes a tu alrededor? No lo valoras, no ves que tienes todo lo que cualquier persona podría desear.

Cuando todo lo tienes, o eso piensas, te absorbe la típica frase de que nada es demasiado, que siempre se puede tener más y más, pero, ¿sabes qué? aveces, no hay que tenerlo para sonreir, para salir a la calle y aspirar el aroma de la primavera, aveces no tienes porqué pensar en lo que te falta, puedes perfectamente pensar en lo que tienes.

No digo que hay que conformarse, pero recuerda, la avaricia rompe el saco, no podrás tener más de lo que imagines, hasta que tu imaginación se reduzca a la vida real.

Disfruta de lo que tienes, es suficiente, incluso suele ser demasiado.

PD: No te olvides de sonreir, FREE HUGS! cuentame cuantos has dado hoy(;